El #HangoutWithAPOYOnline de este mes es con la voluntaria de APOYOnline Irene Delaveris:
Creo que una persona con tanta experiencia y conocida en el campo de la conservación como usted no necesita presentación, pero me gustaría que comentara brevemente su trayectoria desde su propia visión y experiencia:
Mi trayectoria se extiende por muchos países, y pienso que fue, es y será la de una abeja que va de flor en flor polinizando. He abordado muchos temas en la preservación, pero tal vez privada de los avances tecnológicos recientes, por haber trabajado en condiciones de pocos recursos y bastante aislada. Sin embargo, siempre traté de formar parte de o generar redes de personas que quieren trabajar con y para el patrimonio. Así es Red PROTERRA (Red Iberoamericana de Arquitectura y Construcción con Tierra) y Red Plurinacional de Museos Comunitarios de Bolivia donde sigo participando, igual que en APOYOnline. Por eso formar parte de APOYOnline es hermoso y lo disfruto mucho, aunque extraño el contacto real del equipo ya que estando ubicados en tantos países, raras veces nos encontramos personalmente.
¿Cómo definiría en pocas palabras el momento actual en el campo de la preservación latinoamericana?
No puedo opinar sobre todos los países latinoamericanos, pero en Bolivia donde vivía y tenía mi actividad laboral los últimos años antes de la pandemia, nunca fue fácil y después de la pandemia, ya no hay proyectos de conservación. Las instituciones recortaron los empleados y la conservación no se encuentra muy arriba en la lista de prioridades. Así que, en pocas palabras, estamos atravesando un momento muy duro.
¿Qué espera para el campo de la preservación latinoamericana en los próximos 30 años?
Espero que la sociedad comprenda que cuidar y aprender del patrimonio no es un lujo, sino que el patrimonio es la vida misma del ser humano. Tenemos mucho que aprender sobre todo de los pueblos indígenas que durante siglos fueron marginados y sus conocimientos olvidados. Hay que trabajar por la integración del patrimonio en la cotidianidad de las personas, sacándolo del pedestal y poniéndolo al alcance de la gente. El trabajo del conservador será el de encontrar el equilibrio entre las medidas de preservación y el acceso de la sociedad.
¿Podría indicar tres publicaciones que guiaron su carrera dentro del campo de la preservación?
Esta pregunta es difícil, porque amo a los libros y en el contexto laboral los considero herramientas que uso a diario, pero voy a nombrar tres que tal vez he amado más. Hay una serie de tres libros que fueron muy importantes para mi durante el proceso de desarrollar mis clases de conservación preventiva y las menciono aquí porque pienso que son excelentes para explicar la base científica que hace falta para trabajar en conservación a personas que no son especialistas en ciencias naturales. Estos libros existen ahora también en una traducción en español, reuniendo los tres libros en uno. Se llama “Ciencia para los Restauradores – Materiales, Limpieza, Adhesivos y Recubrimientos”, (versión en inglés Craft Council, 1983),de la Archetype Publications (2017) ISBN: 9781904982685. Otro libro que he disfrutado durante muchos años, y al cuál vuelvo continuamente a consultar es: “The elements of Archaeological Conservation” de J.M.Cronyn. de la editorial Routledge ISBN: 0-415-01206-6. Y el tercer libro que siento que me haya marcado profundamente es: “Museum Environment” de Garry Thomson, de la editorial Routledge ISBN: 9780750620413
¿Qué mensaje le gustaría dejar a los jóvenes que trabajan en el campo de la preservación?
Deben dejar la idea que están preservando únicamente “materiales”. Por medio de ese material la tarea es hacer accesible el conocimiento de las ciencias y las artes, así como la adaptación del ser humano al medio ambiente, para ofrecerlo a la sociedad. La preservación del patrimonio es un servicio social. Y hay que ser curioso, nunca dejar de aprender.